El largo y proceloso camino que está recorriendo la PPT en el Ayuntamiento es el resultado lógico del diseño ideado para llevarla a cabo. Por un lado, estaban agotadas todas las excusas para mantenerla guardada en el cajón. Por otro, la falta de voluntad de unos y otros en llevarla a buen puerto. Intereses que de natural deberían ser contrapuestos se alinearon con el único objetivo de demorarla lo más posible.
Así se conseguía algo engañoso. Reconocer teóricamente el derecho a la carrera administrativa de los funcionarios municipales pero sin que esto suponga que puedan realmente ejercerla. Trámites, dificultades y mas tramites han agotado, no una sino dos legislaturas completas. Y ahora, en pocas semanas, entramos en la tercera.
Al día de hoy nos encontramos con la publicación de la lista provisional de plazas adjudicadas y con casi un centenar de reclamaciones a dicho listado. La cifra es concluyente. Ni el más optimista podrá creerse que el listado definitivo tenga algo de similitud con el publicado en el “Portal de la Plantilla Municipal”.
Cuando hay interés en resolver un problema se ponen los medios necesarios. Cuando no, es suficiente con mirar para otro lado para que un proceso descarrile o cuando menos se vuelva a enredar. Si esto fuera así, los responsables políticos habrán conseguido su objetivo. El fin de la legislatura. Ya no caben, siquiera, exigencias de responsabilidades ni dimisiones. La gran estafa de la PPT continúa.
