¿Quiénes somos?


El Sindicato Andaluz de Funcionarios (SAF) se constituyó como Sindicato Andaluz de Funcionarios de la Junta de Andalucía (SAFJA)  en Antequera (Málaga) el 25 de enero de 2003. Nació y continúa siendo un Sindicato exclusivo de funcionarios, ante el abandono total del colectivo, por parte de los demás sindicatos e, incluso, actuando éstos en contra de los derechos de los funcionarios en beneficio de otros colectivos y de sus propias estructuras.

En la primavera de ese mismo año, 2003, SAF concurrió a sus primeras elecciones sindicales en el ámbito de la Administración General de la Junta de Andalucía, obteniendo un importante respaldo de los funcionarios en las urnas, que colocó a nuestra Organización Sindical como 3º Sindicato con representación en la Mesa Sectorial de nuestro ámbito, de un total de 5 sindicatos con representación en la misma.
 
En las elecciones sindicales de 2007, las segundas para la organización, SAF fue el segundo sindicato más votado por los funcionarios en toda la geografía andaluza, a muy poca distancia del primero (10 delegados), y a bastante de los de “clase”, en el ámbito de la Administración General de la Junta de Andalucía. Es más, fue, por segunda vez, el Sindicato ganador en los Servicios Centrales y Periféricos de Sevilla con más del 30% de los votos en ambos casos. También fue muy importante la contribución de las demás provincias andaluzas para que esta Organización tuviera mayor peso específico en la Mesa Sectorial de Negociación de la Administración General.
 
Pero fueron  las elecciones sindicales celebradas en 2011, las que hicieron historia. El Sindicato Andaluz de Funcionarios gana las elecciones sindicales en todas las provincias andaluzas, excepto en Huelva que queda en segunda posición, incluyendo la mayoría absoluta en Almería, Córdoba y Servicios Centrales en Sevilla. SAF se convirtió en el sindicato más votado, fortaleciéndose como primera fuerza en la Administración General de la Junta y formando parte de la Mesa General de Negociación de la Junta de Andalucía.
 
A partir de 2012 esta organización sindical se convierte en el Sindicato Andaluz de Funcionarios, SAF, cuya consolidación se asienta sobre las bases inamovibles de la dedicación absoluta y, en exclusiva, de la defensa de los derechos profesionales del sector funcionarial, ante las agresiones que viene padeciendo ante el incremento paulatino de la llamada “Administración paralela”, que engloba a empresas públicas, fundaciones, agencias, etc., en detrimento de la Función Pública y, por ende, de los puestos de trabajo reservados a los funcionarios públicos.
 
Durante los años 2013 y 2014, SAF continúa su expansión en otras Administraciones Públicas de la Comunidad Autónoma andaluza e incrementa su presencia en Administración Local (Ayuntamientos de Sevilla, Jerez de la Frontera, Coria del Río, Castilleja de la Cuesta, Los Palacios y Villafranca, ...).
 
Por otra parte, SAF se presenta también en la Universidad de Sevilla, constituyendo una nueva sección sindical y convirtiéndose en la segunda organización más votada en las elecciones de órganos de representación del personal funcionario de Administración y Servicios en la Universidad de Sevilla
 
En las últimas elecciones sindicales, celebradas en 2015, SAF arrasa y consigue el mayor número de votos de su historia. SAF vuelve a erigirse como el sindicato mayoritario de la Administración General de la Junta casi triplicando el número de votos de la organización sindical que queda en segundo lugar.
 
Gracias al apoyo masivo del sector funcionarial, en estos comicios SAF consigue la mayoría absoluta en Almería, Córdoba, Servicios Centrales en Sevilla, Cádiz y Huelva, aumentando el número de delegados en estas dos últimas provincias respecto a 2011, obteniendo más del doble de votos que el siguiente sindicato y rozando el 50% en representatividad.
 
SAF es un Sindicato profesional e independiente, que lucha por una Administración profesional e independiente, también, al servicio de todos los ciudadanos, gobierne quién gobierne. Nuestra lucha diaria es hacer lo posible para proteger los derechos legalmente reconocidos a los funcionarios, con todas las armas que nos da el Estado de Derecho, y las funciones a ellos reservadas en exclusiva por Ley, como garantes de los intereses generales y de los derechos de los ciudadanos.

Siempre combatiendo con la misma ilusión del primer día, SAF representa la tribuna y la garantía para que los intereses funcionariales no se conviertan en moneda de cambio para fines, a veces, inconfesables. El respaldo de las miles de personas que confían en nosotros y los numerosos éxitos judiciales que estamos cosechando son la fuerza que necesitamos para seguir luchando cada día.
 
SAF goza realmente de plena libertad en su acción sindical porque su organización no se mantiene de la financiación de la Administración ante la que tiene que defender a sus representados. Esto no lo pueden demostrar los demás sindicatos que están en nuestra Mesa Sectorial. Nosotros sí. Somos libres y actuamos sin complejos.